En los últimos años, se ha constatado la capacidad de Internet y de las redes sociales como herramientas para cambiar las formas de comunicación, pero también como canalizadores para transformar la realidad. El ejemplo global más evidente sobre el papel de Facebook, Twitter o Youtube a la hora de informar y movilizar a la ciudadanía es la primavera árabe -las revueltas civiles en Túnez, Egipto, Libia y Siria-, mientras que en España el caso más relevante de este apogeo fue el 15-M. Estas son las wikirevoluciones definidas por el sociólogo Manuel Castells en Comunicació i poder (Editorial UOC).
Sin duda, los dos acontecimientos citados son los más representativos de este fenómeno. No obstante, cada día aparecen en la red pequeñas wikirevoluciones que, en su medida, también llegan a marcar la actividad política y a condicionar la información de los medios de comunicación. Por ello, se habla de la creación de un nuevo universo mediático y de un cambio de paradigma.
A comienzos de los setenta, Maxwell McCombs y Donald Shaw describieron con precisión la capacidad de los medios para determinar las cuestiones de mayor interés en cada momento y fijar los temas de conversación pública. En cambio, ahora son las redes sociales las que permiten saber directamente cuáles son los asuntos de los que la gente habla y, en consecuencia, que le preocupan. Es el paso de la agenda setting al trending topic.
Parece que esta democratización del proceso es irreversible, aunque hay que tener en cuenta que, de esta forma, se sobreponen los intereses circunstanciales de unos usuarios con perfiles determinados -no todos los ciudadanos usan las redes sociales ni lo hacen con la misma intensidad- frente al criterio profesional de los periodistas.
Es evidente que los medios cometen desaciertos a la hora de escoger los temas a tratar, pero la red no queda excluida de estos errores. Por ejemplo, el pasado miércoles 3 de abril todos los medios españoles abrieron sus ediciones con la imputación de la infanta Cristina, mientras que el trending topic del día era la muerte de Mariví Bilbao, una de las actrices de la serie televisiva La que se avecina.
Por eso, seguramente, los españoles siguen confiando más en el criterio de los medios de comunicación tradicionales, como demuestra el Barómetro de Opinión de marzo realizado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), en el que en los blogs de Internet y las redes sociales no llegan al aprobado en términos de credibilidad.
No se puede situar a medios de comunicacion y redes sociales a un mismo nivel, pues los primeros informan a través de profesionales que estan (o tendrian q estar)formados y preparados para ello y, las segundas, a través de personas anonimas con perfiles muy diversos y cuya credibilidad no podemos evaluar de ninguna forma. No me sorprenden los datos del CIS, grave seria si se confiara mas en los blogs y redes que en los diarios.
ResponderEliminarLos resultados del barómetro del CIS son una buena noticia. Los profesionales que escriben en diarios, radios y televisiones tienen una preparación que les acredita para ello y, aún así, se equivocan. Imaginemos pues los errores que circulan por las redes sociales y los blogs cuando la persona que gestiona estas herramientas no tiene ningún tipo de formación en este ámbito.
ResponderEliminarSeria una sinrazón y nos estaríamos volviendo locos el dia que se diera más credibilidad a las redes sociales que a los medios de comunicación. Nunca los periodistas han de temer que las redes sociales puedan usurparles su lugar en la información, de la clase que sea, si apuestan por darla de una manera seria, veraz y contrastada.
ResponderEliminarMe parece muy bien que alguien sea capaz de destacar que las redes sociales y los blogs (a pesar de tener muchos seguidores y muchos lectores) no tienen tanta credibilidad como los medios tradicionales. Me alegro que la encuesta del CIS haya dado estos resultados, que aportan un poco de esperanza al sector periodístico.
ResponderEliminarNo crec en valoracions de blanc o negre. Penso que els mitjans de comunicació i els periodistes són imprescindibles, sempre que actuïn amb neutralitat, però tampoc podem deixar de banda el 'periodisme ciutadà' per conèixer millor la realitat, sempre que aquesta sigui un font solvent i fiable.
ResponderEliminarÉs cert que els mitjans encara guanyen en credibilitat, però la distància amb les xarxes socials cada vegada és més curta. I penso que això no és per mèrit de les xarxes i tot els beneficis que comporten, sinó pel demèrit dels mitjans de comunicació. Han de ser dos instruments complementaris -amb funcions diferents- però no hi ha cap dubte que les xarxes cada vegada més exerceixen un rol substitutori dels mitjans. Una llàstima.
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