Las
redes sociales están cambiando las formas de comunicación entre amigos,
compañeros de trabajo o familiares, al mismo tiempo que están modificando las
relaciones de los clientes con las empresas o de los ciudadanos con las
instituciones públicas. Sin duda, este nuevo panorama cuenta con muchos
detractores. Denuncian la pérdida de intimidad, la obsesión de publicar todo lo
que uno hace en cada momento o el riesgo de volverse adicto a la pantalla. No
obstante, con un uso adecuado, son innegables las numerosas ventajas que pueden
suponer estos instrumentos en el día a día de las personas.
Es el caso del ámbito de la salud, que puede beneficiarse enormemente de las herramientas 2.0. Las instituciones del sector, los hospitales y los profesionales de la medicina se suman con fuerza a esta tendencia porque el rédito es notable. Por ejemplo, es posible establecer nuevas vías de contacto directo entre personal sanitario y pacientes; difundir mensajes sobre el bienestar físico o los hábitos saludables de forma masiva y económica; o avisar a la población para prevenir enfermedades y evitar el riesgo de epidemias.
Asimismo, las redes sociales permiten divulgar noticias de interés y avances relacionados con la medicina al público general con un lenguaje asequible; mejorar la comunicación entre pacientes (y sus familiares) afectados por las mismas enfermedades; y potenciar el intercambio de experiencias y conocimientos entre profesionales del sector. Del mismo modo, las herramientas 2.0 pueden servir para recoger la opinión, sugerencias o quejas de los pacientes y, en consecuencia, ayudar a mejorar el servicio, además de ser indiscutiblemente un instrumento de marketing y de mejora de la imagen de marca.
De momento, en España, el desembarco de hospitales, centros médicos y profesionales del sector en las redes sociales aumenta de forma acelerada, aunque su función todavía acostumbra a ser simplemente informativa. Ciertamente, a diferencia de otros países como Estados Unidos, la interacción digital entre los profesionales de la medicina y los pacientes aún no es una realidad consolidada en nuestro país, pero parece del todo plausible en un futuro no muy lejano.
Aunque es cierto que las redes sociales ofrecen muchas posibilidades al sector salud, tambien lo es que entrañan muchos peligros, como el hecho de que cada vez mas personas acudan antes a internet que a su medico para informarse sobre su enfermedad o hacerse un autodiagnostico.
ResponderEliminarEs cierto que cada vez más centros hospitalarios se han dado cuenta que gracias a las redes sociales pueden mejorar notablemente la comunicación con pacientes. Muy interesante la entrada de esta semana!
ResponderEliminarSobretodo ahora, en tiempos de crisis, donde se ha puesto en cuestión la sostenibilidad de este pilar del Estado del Bienestar, debemos sacar provecho de herramientas como las redes sociales que permiten una comunicación bidireccional médico-paciente de manera inmediata y gratuita
ResponderEliminarCrec que és un molt bon exemple de com es poden aprofitar les xarxes socials per a millorar la qualitat de vida de la gent (en aquest cas en un àmbit tant important com la salut). Molt bon article.
ResponderEliminarCom a professional del sector, mai havia arribat a fer aquestes reflexions. La veritat és que són molt encertades. Veig que el futur passa per aqui i quan més aviat ens hi posem, millor! Gràcies pel text
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en que el uso de las redes sociales en el ámbito de la salud ha permitido una gran mejora de la comunicación entre médicos, médico-paciente, y, en especial, entre los propios pacientes que no siempre se sienten comprendidos y respaldados por la sociedad. Es una pena, pero, que no todas las franjas de edad puedan beneficiarse de ello.
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