Son muchos los retos que afronta el periodismo en la última década. Intentamos analizarlos hace un tiempo en este blog y citamos tres: la precarización de los recursos y las condiciones de trabajo y el cierre de medios debido a la grave crisis económica; la irrupción de Internet con el consecuente cambio de rutinas y el declive del soporte papel; y, finalmente, la pérdida de credibilidad de los periodistas. Parecía que la situación difícilmente podía agravarse más, pero siempre aparecen nuevos desafíos.
La semana pasada la agencia Associated Press comenzó a utilizar robots para producir automáticamente. Sus máquinas escribirán noticias relacionadas con resultados de las empresas que cotizan en Bolsa. No obstante, no son los primeros. El periódico The New York Times ya produce información deportiva creada por algoritmos matemáticos, que son capaces de valorar las decisiones de los entrenadores de béisbol. El pasado marzo, Los Angeles Times también publicó una noticia relacionada con un terremoto y que fue escrita por un robot, aunque la gran pionera en crear un "periodista-robot" fue la empresa Narrative Science y que firmó un acuerdo con Forbes.
Todos estos medios justifican que el objetivo es liberar a los profesionales de la información que apenas necesita creatividad y que puede ser reproducida por una máquina, siempre con un control mínimo de un ser humano. De este modo, los robots se ocuparán de redactar el qué, el quién, el cuándo y el dónde, mientras que los periodistas deberán averiguar el cómo y el por qué. Así pues, se automatizarán tareas básicas y, así, los redactores podrán dedicarse a interpretar, cultivar sus fuentes, y tratar los temas en profundidad.
En este sentido, los partidarios de usar estas máquinas defienden los argumentos anteriores y señalan que no son unas herramientas “buenas o malas en sí mismas, sino que todo depende del uso que se les dé”. Sin embargo, la llegada de los robots a las redacciones ha suscitado cierto escepticismo en el sector. Existe el temor de que sirvan para eliminar puestos de trabajo y empeorar aún más la calidad de la información. Esperemos que no se robotice el periodismo.
Si ya existen condiciones precarias para la profesión periodística no quiero ni imaginarme cómo serán si los robots pasan a substituir el trabajo de una persona…
ResponderEliminarEs difícil creer que un robot podrá hacer bien el trabajo que hace un periodista. Seguramente, el peligro es que el periodismo se haga todavía peor que ahora...
ResponderEliminarComo en muchos otros sectores, la maquina ayudara al perodista a ganar tiempo en tareas simples para poder dedicarlo a otras qua aportan un valor añadido a su trabajo y que un robot nunca sera capaz de realizar
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