jueves, 5 de junio de 2014

Las arcaicas ediciones vespertinas

“¡Extra, extra, el Rey abdica!…”, podrían haber publicitado los quiosqueros el lunes pasado, después que la mayoría de periódicos lanzara una edición vespertina en las principales ciudades de España tras la renuncia de Juan Carlos I. Los editores debían pensar que la relevancia de la decisión merecía este trato, ya que son muy pocas las ocasiones en que las cabeceras españolas han recurrido a un especial de este tipo. Por ejemplo, el último acontecimiento histórico que mereció un vespertino de la mayoría de diarios fueron los atentados del 11-M en Madrid, hace diez años.

En todo caso, los tiempos cambian y los vespertinos de esta semana quedaron absolutamente fuera de lugar. ¿Qué valor añadido podían aportar después que televisiones, radios y ediciones digitales actualizaran la información durante todo el día con reacciones, perfiles del Príncipe o valoraciones sobre el reinado de Juan Carlos I? Sin duda, muy poco porque el tiempo era insuficente para realizar los análisis en profundidad que acostumbran a ofrecer los diarios. A lo mejor, el objetivo era de pleitesía institucional, ya que es probable que económicamente tampoco fuera una operación rentable. Así pues, estas ediciones demuestran que son arcaicas.

Pero no es el único ejemplo de los últimos días que ha puesto en jaque algunos productos informativos. En el escrutinio de las elecciones europeas del 25 de mayo, Twitter burló el silencio informativo impuesto por la Unión Europea (UE) entre las ocho -cuando cerraron los colegios en España- y las once de la noche -momento en que estaba previsto que se dieran a conocer los resultados oficiales-. Apoderados y miembros de las mesas en Catalunya informaban de los resultados de sus colegios a través del hashtag #apeudemesa, que fue trending topic durante horas.

Esta situación provocó que el seguimiento informativo de los medios de comunicación fuera surrealista. Periodistas y tertúlianos se dedicaban a analizar la participación o especulaban sobre el futuro de la UE, mientras los prestentadores de los programas eran conscientes que hacían el ridículo, porque conocían que en la red social de micromensajería ya salían los resultados.

Sin duda, en este caso se debía a una imposición de la Unión Europea, pero la opción de editar un vespertino la semana pasada fue decisión suya. Por errores propios o ajenos, los medios deben adaptarse a la nueva era de Internet. De no ser así, aún quedará más castigada su credibilidad.

3 comentarios:

  1. Segurament, amb tot això, els editors i directors de diari van tenir un cop de nostàlgia de la Transició i van retornar 40 anys enrere. Totalment, d'acord. Va estar fora de lloc. Aprofito per felicitar-vos pel blog, molt bona feina!

    ResponderEliminar
  2. Hi ha alguns mitjans que, de tant en tant, sembla que s'hagin quedat aturats en el passat.

    ResponderEliminar
  3. Enhorabona per l originalitat i la constancia en l actualitzacio d aqest blog. No és fàcil trobar sempre temes interessants entorn de la comunicació

    ResponderEliminar