'Youtuber' de profesión

Hace pocas semana, en este blog, escribíamos sobre los influenciadores, aquellas personas que gozan de una alta reputación en Internet y que tienen una gran capacidad para influir en sus seguidores. El formato de sus mensajes varía en función de la plataforma (blogs, Facebook, Twitter, Youtube o Instagram), pero, sin duda, el material audiovisual es el que tiene más tirada, ya que requiere menos esfuerzo por parte de los receptores.

De ahí nacen los Youtubers, una generación de jóvenes que graba vídeos con pocos recursos, los comparte con su audiencia y obtiene generosos contratos por desplegar su talento frente a una cámara. A nivel mundial, PewDiePie es el número uno. Su canal sobre vídeojuegos cuenta con más de 16 millones de seguidores y, de promedio, sus vídeos más exitosos son vistos por 27 millones de personas. En España, el ranking de youtubers está liderado por Elrubius, un madrileño de 23 años, con un canal de humor adolescente y que tiene más de 4 millones de seguidores.

Sin duda, puede resultar asombrosa su capacidad para atraer a las masas, pero aun sorprenden más los beneficios que obtienen. Según Social Blade, una página web de estadísticas de Youtube, los youtubers de éxito pueden conseguir desde centenares de miles de euros a dos o tres millones al año. Pero no todos ganan lo mismo por las reproducciones de sus vídeos. Depende de la publicidad. En primer lugar, para obtener beneficios, se debe ser partner de Youtube y cumplir unos requisitos: subir contenido de calidad y original de manera periódica. En segundo lugar, los ingresos provienen de vías distintas: mediante subasta en la plataforma publicitaria de Google, AdSense, y a través de reserva de espacio en el mismo Youtube.

Se debe tener en cuenta que los servicios que ofrecen consumo de audio y vídeo en streaming acaparan el 50% del tráfico de descargas en Internet y que Youtube concentra casi el 30% de estas descargas. Además, esta plataforma es el segundo buscador más usado, por detrás de Google, ya que muchos jóvenes prefieren obtener sus resultados en formato de vídeo en vez de texto. Así pues, parece una tendencia imparable e incluso algunos youtubers han decidido dar el salto a la televisión.