En la actualidad, los ciudadanos estamos sobreexpuestos a una avalancha de información. Internet genera un incuantificable exceso de datos que provoca una saturación y, a menudo, es difícil diferenciar aquellas noticias intrascendentes de las que realmente aportan algún elemento destacable. No obstante, el inmenso volumen de información permite que los periodistas dispongan de fuentes alternativas y más científicas. A través de reunir, filtrar y analizar este contenido pueden explicar la realidad de manera más empírica y sin temor a incurrir en sesgos o parcialidades. Esta práctica, muy arraigada en Estados Unidos y que se encuentra en plena ebullición en la mayoría de países europeos, se denomina periodismo de datos (data journalism).
El ejemplo más significativo de la nueva disciplina de investigación es el Offshore Leaks, un extenso reportaje elaborado por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés). Publicado el pasado abril, pone al descubierto las redes de empresas, políticos, recaudadores y celebridades de todo el mundo que tienen sociedades en paraísos fiscales. El documento multimedia cuenta con mapas, vídeos e infografías que permiten al lector comprender fácilmente toda la trama corrupta. El ICIJ contó con 86 periodistas de 46 países que trabajaron año y medio para realizar este macroproyecto. Manejaron 260 gigabytes, revisaron 130 mil nombres, casi 12 mil intermediarios y cerca de 22 mil empresas implicadas en operaciones en 170 países.
Más allá de este trabajo de enorme envergadura, existen proyectos de menor dimensión pero de mucha utilidad para contar historias. En España, donde esta corriente aún se encuentra en una fase muy incipiente, encontramos tres iniciativas elaboradas por la plataforma ciudadana Civio: El Indultómetro, que contabiliza la cantidad de indultos que ha habido desde 1996 a partir de información extraída del Boletín Oficial del Estado; España en llamas, que permite visualizar gran parte de los casi 171.000 incendios que quemaron más de un millón de hectáreas durante la última década; o ¿Dónde van mis impuestos?, para analizar en qué se gasta el dinero la Administración General del Estado.
A pesar de que los responsables de estos proyectos denuncian las dificultades para acceder a la información pública y piden mejoras en la Ley de Transparencia, esta nueva metodología de investigación va tomando forma y puede convertirse en una oportunidad para inyectar calidad al periodismo, que padece de una falta de credibilidad desde hace tiempo. La próxima semana se celebrarán en Barcelona, Madrid y Sevilla las I Jornadas de Periodismo de Datos y Open Data y, sin duda, será una buena ocasión para explorar esta disciplina.
Me parece una corriente muy interesante. El problema, como siempre, es la falta de tiempo, tanto para el periodista que elabora la información, como para el lector que opta por productos de fácil digestión
ResponderEliminarLas nuevas formas de periodismo, especialmente si transmiten información de calidad, son muy positivas para trasladar la realidad a los ciudadanos. Espero que este nuevo tipo se desarrolle y tenga éxito en España.
ResponderEliminarLas iniciativas que mencionais son interesante pero hay que diferenciar lo que es periodismo de lo que es una simple exposicion de datos recopilados. El trabajo del periodista tiene que ir mas alla.
ResponderEliminarLo que han de intentarlos periodistas es que sus artículos sean claros, concisos i veraces. Solo así despertaran el intereses de sus lectores. Un artículo periodísitco nunca puede ser un libro.
ResponderEliminarCon las nuevas tecnologías cada vez nos resultará a todos más difícil establecer la línea entre lo privado y lo publico. Da miedo pensar que nuestros datos personales, financieros, laborales, etc. puedan aparecer en cualquier artículo sin que ni siquiera deba nadie pedirnos autorización. Como toda innovación, tiene su parte positiva i su parte negativa.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en que esta nueva disciplina puede ser beneficiosa para fomentar el periodismo de calidad. Ahora bien, se requiere un trabajo de fondo, de análisis y contraste de datos, con el fin de ofrecer al lector la información más relevante de un modo comprensible. Si esto no se cuida, como comentáis, puede provocar el efecto contrario en el lector: la pérdida de interés.
ResponderEliminarEn mi opinión, en una primera instancia es bueno que se ejerza un "periodismo colaborativo", como dicen aquí algunos vamos hacia un mundo más transparente donde el ciudadano puede 'saber', 'aprender', y poco a poco llegará también a 'discernir'.
ResponderEliminarUna segunda fase necesaria sería la ordenación de las fuentes, y poco a poco ir dependiendo cada vez menos de buscadores (como google) q no discriminan entre las fuentes profesionales y las "caseras", menos fiables. ¿Se podría crear una wikipedia temática profesional?
Les dades en sí són neutres i les comparacions, a vegades, són enganyoses. Per tant, entenc que aquesta nova fórmula és interessant per informar d'una manera més atractiva, però és indispensable que els periodistes recuperin valors intrínsecs de la professió.
ResponderEliminar