Consumo a la carta, personalizado y de pago

Las nuevas tecnologías han modificado los hábitos de consumo mediático. A diferencia de los adultos, que siguen viendo los informativos a la hora de cenar delante del televisor, los jóvenes ya deciden cuándo y dónde los miran, a través de nuevos dispositivos y con el servicio “a la carta”. Así pues, la sociedad multipantalla (televisor, ordenador, tablet y móvil) e hiperconectada (Internet) se caracteriza por la deslocalización y una mayor variedad de plataformas y modalidades de acceso a la información.

Por eso, los medios de comunicación y la industria de los contenidos deberán adaptarse rápidamente a un público nativo de estas nuevas plataformas y contenidos digitales, ya que, dentro de pocos años, será el perfil hegemónico en el mercado. En este sentido, aunque las empresas del sector ya disponen desde hace tiempo de sus productos “a la carta”, tendrán que seguir innovando para capitalizar la demanda.

Algunos estudios apuntan que el siguiente reto será ofrecer al consumidor una personalización más definida y segmentada de la oferta. La huella digital ya permite conocer los gustos e intereses de cada usuario, así que se abre la puerta a diseñar propuestas acorde con sus preferencias. Será el paso de un mensaje masificado (mass media) a uno personalizado (my media). 

Esta adaptación también implicará la búsqueda de un nuevo modelo de negocio, basado en el pago por uso. Algunos sectores como el musical ya cuentan con experiencias de referencia (Spotify), e incluso algunos periódicos ya han aplicado el muro de pago con éxito. No obstante, la publicidad seguirá siendo el puntal de sus ingresos. Según las estimaciones a nivel mundial, la publicidad on-line superará a la facturación de anuncios televisivos en 2018.

Así pues, el proceso de transformación a corto plazo es trepidante y el sector se debe poner las pilas.