jueves, 23 de octubre de 2014

La crisis de Televisión Española

Esta semana, el Congreso de los Diputados ha designado a José Antonio Sánchez nuevo presidente de RTVE. El periodista ya fue director general del ente hace diez años, aunque la televisión que encontrará ahora es muy distinta. En aquel momento, La 1 todavía podía presumir de liderar las audiencias y mantener su hegemonía en los informativos. La cadena cerró la temporada 2003-2004 dominando el panorama audiovisual con el 23% de cuota de pantalla, frente al 22,1% de Telecinco y el 19,9% de Antena 3. En cambio, el mes pasado la televisión pública sólo consiguió un 10% de share, muy por debajo de Telecinco, con un 14,2%, y Antena 3, con un 13,1%.

Así pues, ¿qué ha pasado en diez años? En primer lugar, la presidencia de RTVE vuelve a depender del Gobierno. La sustitución del antiguo ente público por la nueva corporación trajo en 2007 la obligatoriedad de que su máximo dirigente fuese elegido con el apoyo mínimo de dos tercios del Congreso, en vez de con una mayoría absoluta para evitar la simple elección del Ejecutivo para este cargo. Así fue hasta el 2011, cuando el PP ganó las elecciones generales y cambió la ley. De esta manera, los dos últimos presidentes de RTVE han sido nombrados sin el consenso de los dos principales partidos.

En segundo lugar, la publicidad desapareció de TVE en 2011. Desde entonces, con unas pérdidas acumuladas de 716 millones de euros, la corporación se encontraba al borde de la quiebra, hasta que el Gobierno salió al rescate en junio con una inyección extraordinaria de 130 millones de euros, a cambio de nuevos recortes. A esto se le debe sumar la irrupción de la TDT, un factor que ha causado un aumento de competencia y, a la vez, ha diversificado la oferta de canales del grupo público. En 2004, RTVE tenía La 1 y La 2, mientras que ahora también alberga Clan, 24 Horas y Teledeporte. 

El último elemento, quizás el más relevante y posiblemente vinculado a los recortes, es la falta de una programación estructurada que enganche al público. Por ejemplo, en la última temporada, La 1 ha sido la televisión con el mayor índice de fracasos en sus estrenos. 8 de cada 10 pogramas estrenados desde septiembre han naufragado, según los índices de audiencia. Del mismo modo, distintas polémicas y denuncias sobre manipulaciones informativas han desprestigado sus telediarios.

Así pues, TVE lleva años sin buen rumbo y, por ahora, nada indica que va a cambiar a corto plazo.

3 comentarios:

  1. Es una lástima que una TV pública que hace unos años tenía tan buenos resultados se encuentre ahora en esta situación.

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  2. Sí, y más una cadena que empezó su andadura en los años 50... Creo que si se nutriera de programas que pudieran competir con los que ofrecen televisiones privadas como Telecinco empezaría a cambiar su rumbo

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  3. en España hace falta definir un modelo claro de televisión pública, que se base en una programción de calidad, que tenga vocación de servicio público y se mantenga al margen de la lucha política, y que sea sostenible económicamente

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