jueves, 7 de febrero de 2013

Sobre Sara, Iker y las fuentes de información

Las recientes declaraciones de Sara Carbonero en la cadena mexicana Televisa Deportes sobre el mal clima que se respira en el vestuario del Real Madrid suscitaron una polémica desproporcionada y provocaron el gran enfado de una parte la afición blanca, que se tradujo en una avalancha de insultos y amenazas en el Facebook de Iker Casillas.

Algunos de sus compañeros de profesión también criticaron a la reportera, considerando que ha de medir sus palabras por respeto a su pareja y que no tiene que aprovecharse de su relación con el guardameta para hacer su trabajo. Otros, en cambio, la defendían, apelando a su deber como periodista de proporcionar al medio que la contrata todos los datos que tiene a su alcance.

Que Carbonero dispone de una fuente de información privilegiada a la hora de hablar del Real Madrid es evidente. Pero también lo es que no son pocos los periodistas que cuentan con informadores cómplices, ya sea por amistad, afinidad ideológica o intereses comunes. Si ciertos periódicos han destapado importantes tramas de corrupción en los últimos meses es porque alguien ha filtrado conversaciones y documentos privados, que incluso a veces se encuentran bajo secreto de sumario.

La diferencia es que lo que une a la presentadora de Telecinco a su principal informador es una relación de pareja que acapara portadas en las revistas del corazón, de manera que máximas periodísticas como respetar el off the record o el derecho a no revelar la fuente pierden todo el sentido.

El debate que debería plantearse no es, por tanto, si Carbonero debe o no utilizar la información que le proporciona el capitán del Madrid, sino si el hecho de ser su compañera sentimental le permite ejercer su profesión de manera libre y, sobre todo, cómoda por lo que respecta a su relación con Casillas. Y esto tiene más que ver con los valores de cada uno que con la deontología.

Cuando François Hollande inició su campaña para las elecciones presidenciales, Valérie Trierweiler, su pareja y periodista política de profesión, tuvo que dejar de presentar el espacio 2012, portraits de campagne de la cadena Direct 8. Para ella, ser primera dama de Francia y dedicarse a la información política ha resultado incompatible. Sara Carbonero ha decidido que, de momento, puede ejercer el periodismo deportivo y ser la novia del capitán madridista y, mientras así sea, tendrá que cumplir con su trabajo en los medios de comunicación en los que colabora.

11 comentarios:

  1. Asumiendo que en el periodimo deportivo la objetividad brilla por sus ausencia, creo que en el caso de S.C. se puede compatibilizar. Otra cosa es el periodismo político, aquí el asunto ya es mas peliagudo...

    ResponderEliminar
  2. Interesante reflexión. Es complicado llegar a saber si la periodista ha revelado información privilegiada que le ha facilitado su pareja o si la ha obtenido a través de otras fuentes. Lo que está claro es que mientras sea "la novia de" su profesionalidad siempre se pondrá en tela de juicio.

    ResponderEliminar
  3. La mala relación que existe entre José Mourinho y la mayor parte de la plantilla del R. Madrid no es ningún secreto ni es nada nuevo. Si no, no estarían como están, a años luz del título de Liga. En esta tesitura ¿por qué nadie se pregunta si Iker Casillas utiliza a Sara Carbonero para hacer según qué comentarios que desestabilicen aún más al vestuario y faciliten más la salida definitiva del técnico portugués del club? No, claro, es más fácil poner en entredicho la labor de la periodista que la del capitán del R.Madrid y de 'la Roja' y que yo sepa una relación sentimental es cosa de dos, ¿no?

    ResponderEliminar
  4. Estoy muy de acuerdo con los comentarios anteriores, No és lo mísmo cuando se trata de parejas de políticos que cuando se trata de personajes públicos de la farandula.
    En el primer caso no puede ejercerse el periodismo con objetividad y se corre el riesgo de perjudicar la imagen del consorte. En el segundo, creo que no ha de haber ningún problema si los dos saben establecer una línea de actuación.

    ResponderEliminar
  5. Jo de la Sara ja fa temps que hagués canviat d'esport o de secció als informatius si volgués que em prenguessin seriosament... Però em sembla que tot plegat ja li va bé, així de pas li surten anuncis de xampú...

    ResponderEliminar
  6. Com vol bé expliqueu, crec que aquí hi ha una qüestió d'incompatibilitat per poder exercir amb tota llibertat la professió periodística. Crec que el més encertat és el que va fer la dona de l'Hollande.

    ResponderEliminar
  7. La verdad es que esta es una situación difícil… No sé yo si podría elegir entre mi pareja o mi profesión. ¿Dejar mi vocación o dejar a mi novio? ¡¡Qué dilema!! Quizá, como muy bien apunta Cèlia, podría dedicarme a otro deporte o especialidad. En cualquier caso, creo que prefiero no encontrarme en la situación de Sara Carbonero.

    ResponderEliminar
  8. Mira que hi ha homes al món i s'ha hagut d'enamorar justament del capità del Real Madrid, quina casualitat... És normal que la critiquin. A la vida s'ha de triar, no es pot tenir tot!

    ResponderEliminar
  9. Puede que Sara haya leído nuestro post... ;-)
    http://www.sport.es/es/noticias/futbol/sara-carbonero-medita-dejar-periodismo-2315100



    ResponderEliminar
  10. A mi em sembla inapropitat i una falta d'ètica el que fa aquesta noia. No entenc com se la pot arribar a respectar des de la professió

    ResponderEliminar
  11. Es curioso que un profesional del periodismo sea “juzgado” por decir la verdad, aunque más curioso es ver juzgado a un juez por destapar una trama.
    En este país, es muy normal encontrar rebaños de personas que esperan a leer artículos o escuchar tertulias para saber qué deben opinar, personas que desconocen el significado de la palabra empatía y que son capaces de defender a su votado, querido y corrupto Partido Político.
    Podemos plantearnos si son correctas, éticas o desafortunadas las palabras de Sara Carbonero, podemos plantearnos si es correcto o poco ético el uso de su posición como fuente de información, pero lo que está claro es que SC no dejó que la verdad nos estropeara un buen titular. #graciassara

    ResponderEliminar