La televisión quita horas de sueño a los telespectadores. Esta es la conclusión de un estudio de la Comisión Nacional de Racionalización de Horarios (CNRH). El informe indica que nueve de cada diez programas que se emiten en horario de prime time -la franja de máxima audiencia- de las principales cadenas españolas finalizan después de las 23.30 horas y más de la mitad superan la medianoche.
La principal consecuencia es que afecta negativamente el descanso de los televidentes, aumentando el grado de estrés, de cansancio, de siniestralidad o de absentismo laboral, según la Comisión. Por eso, recomienda que la programación del prime time termine antes de las once de la noche, para garantizar el sueño de los telespectadores. Esta critica no es nueva, aunque ahora se ofrece con datos mucho más concretos.
En este sentido, el Gobierno ya ha intentado dialogar, sin éxito, para motivar el adelanto de los horarios de los programas más vistos. Las cadenas ven muy razonable la propuesta, pero ninguna quiere dar el primer paso. Además, advierten que la configuración de su programación depende de los hábitos de los consumidores, que vienen marcados básicamente por la jornada laboral.
En este escenario trabaja la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados, que ha elaborado un informe sobre la racionalización de horarios y pide modificar las jornadas laborales para facilitar la conciliación del trabajo con la vida familiar. Sin duda, la solución no pasa simplemente por cambiar los horarios de televisión, sino que el problema tiene unas raíces mucho más profundas. La culpa no es del prime time.
España tendría que adaptarse de una vez por todas a los horarios de otros países de Europa. Así no iríamos tan cansados y seríamos más productivos
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, la culpa no es del "prime time", sino de la jornada laboral.
ResponderEliminaryo creo que el problema va más allá de la jornada laboral, es cultural: comemos tarde, trabajamos hasta tarde, salimos de fiesta tarde, etc.
ResponderEliminar