Ha pasado una década desde que se inició en España el debate y la promoción de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC). Se trata de una renovación conceptual de la empresa a través de la contribución activa en una mejora social, económica o ambiental y de un esfuerzo en transparencia. El objetivo es aumentar su posición competitiva y su valor con la intención de influir positivamente en los steakholders (grupos que pueden afectar o verse afectados por las actividades de una empresa).