El Gobierno español gastará 2,5 millones de euros en publicitar la reforma laboral, con el objetivo “de dar a conocer las medidas de fomento y apoyo al empleo, en especial al empleo para jóvenes”, según el anuncio publicado el sábado pasado en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Seguramente, el importe destinado a este fin sorprenderá a más de uno, aunque no es ninguna novedad. El papel de la Administración como anunciante siempre es motivo de controversia, y más en momentos de crisis, a pesar de que el Ejecutivo ha aplicado severos recortes en este ámbito.